Este trabajo recoge, desde la actual situación de crisis mundial, una mirada crítica al denominado desarrollo. Presenta los impactos sociales y ambientales ocasionados en su nombre y describe las características de un nuevo paradigma que resulta de mirar en el acervo del conocimiento indígena y su cosmovisión. Este Sumak Kawsay desde su incorporación a las constituciones de dos países, Bolivia y Ecuador, anuncia que ha llegado para quedarse no como un nuevo modelo de desarrollo sino como un nuevo modelo de vida. Desde esta perspectiva y valorando que en este nuevo paradigma lo comunitario es más importante que lo nacional, se hace la búsqueda de un nuevo indicador que permita medirlo sin las complejidades de los actuales indicadores y desde una propuesta sencilla que resulte atractiva a las comunidades que pretendan construirlo, sean estas indígenas o campesinas.