La señora Gloria Vera acaba de abandonar su finca. Después de años de denuncias por la contaminación, después de tocar a todas las puertas de las instancias oficiales para que se le haga justicia, después de tener que pasar por el hospital ella y su hijo con la vida comprometida, después de que la DPE emitiera una resolución a su favor, se tiene que ir porque el cementerio de sustancias tóxicas de la vecina CORENA le ha vuelto la vida imposible, porque Petroecuador hizo caso omiso de la Resolución Defensorial y la DPE se lo permitió y porque se cansó de ver morir al poco ganado que le quedaba, incompatible con el crudo en el agua que le vierten las empresas. La señora Gloria tiene que irse porque quiere seguir viviendo y las empresas no dejan otra alternativa, acaban con la dignidad de quienes viven a su alrededor.